Su dolor no se define en una sola palabra

Abriendo la caja de pandora

Preguntar a los pacientes sobre su experiencia con el dolor puede parecer a veces como abrir la caja de Pandora. A menos que se formulen las preguntas adecuadas, puede resultar increíblemente difícil conocer el contexto completo del dolor de una persona. Incluso cuando se abren, es posible que no cuenten toda la historia o que no paren de hablar. Así pues, con un tiempo de consulta limitado, ¿cómo puede un profesional sanitario explorar mejor la experiencia de dolor de un paciente para ofrecer a cada uno el manejo más adecuada e individualizada? ¿Cómo puedes aprovechar al máximo el tiempo que pasa con sus pacientes?

Mejores conversaciones para obtener mejores resultados en el manejo del dolor

  • Aprovechar el conocimiento humano

    Aprovechar el conocimiento humano

    El Índice Global del Dolor (IGD), en su 4ª edición, es una encuesta exhaustiva que incluye más de 19.000 entrevistas a personas de 19 países. El IGD proporciona información valiosa sobre el impacto del dolor en la vida cotidiana de las personas, así como sobre el modo en que el género, la edad y la procedencia afectan a la experiencia del dolor. John Bell, farmacéutico, miembro del grupo multidisciplinar internacional Haleon Global Pain Faculty, afirma: "La forma en que las personas afrontan su dolor, las experiencias que tienen con el dolor, lo cómodas que se sienten al hablar de él y las medidas que adoptan, por supuesto, difieren enormemente". Por ejemplo, el GPI muestra que un tercio de la población mundial sufre dolor a diario, y uno de cada cinco enfermos crónicos tiene menos de 30 años. En la India, el 83% de los encuestados consideraba que no podía ser feliz mientras sufría dolor, y el 82% de los encuestados en Polonia opinaba que el dolor afectaba a su capacidad para disfrutar de la vida.

    Imagenes de doctores

    El GPI también ha revelado datos fascinantes sobre las dificultades que encuentran los pacientes cuando se les pide que hablen de su dolor. Por ejemplo, el 37% de los afectados está de acuerdo en que el dolor sigue siendo un tema demasiado tabú como para hablar de él. Además, el 73% de los encuestados en el GPI declaró: "Soy fuerte, puedo soportar el dolor". Así pues, las actitudes individuales y las presiones sociales pueden alterar la disposición de una persona a hablar de su dolor. Wendy Wright, enfermera de familia y de adultos residente en EE.UU., propietaria y gerente de dos clínicas de atención primaria, explica: “Sabemos que la cultura puede influir enormemente en la disposición de una persona a hablarnos de su dolor. Por ejemplo, hay culturas en las que hablar del dolor menstrual se considera realmente tabú”.

    Cita de John Bell: "la forma en que las personas afrontan su dolor, las experiencias que tienen con el dolor, lo cómodas que se sienten al hablar de ello y las medidas que adoptan, por supuesto, difieren enormemente"

    La edad también influye en la forma en que los pacientes interactúan con los profesionales sanitarios y gestionan su dolor. Bell menciona que la generación Z "era mucho más propensa a esperar antes de tratar su dolor y mucho menos propensa a tomar medicación." Entonces, ¿por qué los pacientes suelen retrasar su tratamiento o evitan por completo acudir a un profesional?

  • El camino al tratamiento es casi siempre largo

    Estadísticas sobre la búsqueda de tratamiento analgésico

    En todo el mundo, el 56% de las personas que sufren dolor esperan para tratarlo, mientras que el 9% no lo trata en absoluto. De los que esperan, el 16% espera días o incluso semanas antes de buscar tratamiento. Y lo que es más importante, los pacientes que esperan para tratar su dolor suelen sufrir durante más tiempo (tardan cinco o seis pasos en tratar su dolor).

    Ya sea por miedo a la dependencia o por preferencia por los remedios naturales, los profesionales sanitarios deben ser sensibles a los temores y valores del paciente cuando entablan con él una conversación sobre el dolor.

  • ¿Cómo pueden los profesionales sanitarios animar a los pacientes a hablar abiertamente del dolor?

    Cita del Dr. Zubin Austin: "Se comunicarán de manera no verbal a través de movimientos faciales, movimientos de manos, señales no verbales ..."

    Aunque hay que animar a los pacientes a que hablen de su dolor, el lenguaje es sólo una de las formas que tienen de expresar su estado de dolor. El Dr. Zubin Austin, catedrático de la Facultad de Farmacia Leslie Dan de la Universidad de Toronto, afirma: "Puede que los pacientes no quieran o no sean capaces de usar palabras para expresar su estado actual. Pero se comunicarán de forma no verbal con movimientos de la cara, de las manos, con señales no verbales... y dirán cosas como: 'Bueno, dices que te encuentras bien, pero has hecho una mueca, un gesto de dolor. Está claro que no te encuentras bien. ¿Podemos hablar más de ello? La Dra. Austin subraya que si se perciben estas importantes señales no verbales, se puede alertar de la intensidad y duración reales del dolor que experimenta un paciente. Estas señales no verbales también pueden dar una idea importante de cómo los pacientes afrontan, gestionan y viven su dolor.

    Con presiones cada vez mayores sobre los servicios de atención primaria, enriquecer las interacciones entre el personal de atención médica y el paciente puede ser un desafío. Debido al tiempo de contacto limitado con cada paciente, puede ser difícil para los profesionales de la salud obtener la información que necesitan para hacer las recomendaciones de tratamiento más adecuadas. Sin embargo, el tiempo que se pasa con un profesional puede ser la ventana más importante para evaluar el dolor de un paciente.

  • Formular las preguntas adecuadas

    Banner: conversaciones de calidad entre pacientes y profesionales

    Afortunadamente, hay formas de aprovechar al máximo el tiempo con los pacientes, de modo que incluso el profesional más ocupado pueda recopilar los datos necesarios para aliviar el dolor de forma eficaz. Bell da consejos sobre cómo proceder: "Hacemos preguntas, preguntas adecuadas, preguntas abiertas como '¿cómo es este tratamiento? ¿Cómo le está funcionando? ¿Qué tipo de dolor tiene? ¿Cuándo es peor este dolor? ¿Cuándo mejora? ¿Qué cosas le alivian el dolor? ¿Qué preguntas tiene para mí?" Es importante destacar que este tipo de preguntas abiertas suelen ser eficaces para iniciar la conversación y animarán a muchos pacientes a empezar a hablar de su dolor."

    Por otro lado, la Dra. Austin habla de las preguntas que podrían evitarse al hablar con los pacientes: "Al hablar con los pacientes sobre su dolor, es esencial evitar un estilo o un tipo específico de pregunta que intente sugerir que el paciente es el culpable de su estado actual... '¿Por qué has ido a esquiar? Eres demasiado mayor para hacer cosas así'". La Dra. Austin resume: "Cualquier cosa que sugiera que el propio paciente es responsable de su dolor no sólo es irrespetuosa, sino que rompe la relación entre el profesional sanitario y el paciente y va a conducir a resultados subóptimos".

    Así pues, saber qué preguntas hacer y, lo que es más importante, cuáles evitar, puede ayudar a los pacientes a sentirse lo bastante cómodos para hablar de su dolor.

  • Escuchemos al dolor

    Hombre sonriendo

    Lograr que los pacientes se abran sobre el dolor nunca ha sido fácil. Los tabúes sociales y culturales afectan la forma en que los pacientes hablan sobre el dolor, incluso con los profesionales. La edad, el género y los antecedentes también cambian la forma en que los pacientes y el personal de atención médica se involucran. Sin embargo, al reconocer todos estos factores y hacer las preguntas correctas, los profesionales de la salud pueden acercarse y abrir nuevas vías de conversación.

    Cuando se le preguntó qué consejo singular podrían impartir a los profesionales de la salud, el Dr. Austin respondió: "Confiar en sus poderes de observación y usar sus observaciones como base para la discusión puede ayudar a los pacientes a abrirse. Y lo que es más importante, ayuda a los pacientes a darse cuenta de que están siendo vistos y escuchados".

    No tengamos miedo de abrir la Caja de Pandora. Ni tu ni tus pacientes pueden darse el lujo de mantener el dolor bajo llave. Con la visión correcta, los pacientes no tienen que irse sintiendo que su dolor no fue escuchado. Pueden irse sabiendo que escuchaste su dolor.

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Haleon te ayuda

En Haleon, creemos en la importancia de asegurar que cada paciente obtiene el resultado óptimo que necesita para manejar su experiencia única de dolor. La campaña #EscucharalDolor tiene como objetivo equipar a los profesionales sanitarios con el conocimiento y las herramientas para comprender mejor el dolor de sus pacientes. Utilizando información del Índice Global del Dolor, hemos establecido cinco perfiles de pacientes diferentes, describiendo su relación y el manejo de su dolor. Basados en una comprensión profunda de la experiencia del dolor humano, estos cinco perfiles pueden ayudarlo a maximizar esos preciosos minutos con los pacientes e individualizar su enfoque.

Estamos comprometidos a proporcionar a los profesionales nuevas herramientas y técnicas así como los últimos avances e innovación para ayudar a sus pacientes.

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